En El Acuario {Libre}

Aburrida, el término que definía como estaba ahora, sin nada que hacer. Me hallaba caminando por las calles algo solitarias de Seattle.
El cielo estaba lleno de núbes muy grises, casi negras, se veía que se avecinaba una tormenta, tal vez por eso a nadie le gustaba estar ahi.
Tal vez me ganaría un resfriado, bueno, eso no me importaba demasiado.

Hallé un gran Acuario que estaba cerca del centro de la ciudad, me enoí suavemente de hombros & entré. No era nada malo aprender un poco más de los peces.

Justo cuando a los demás los espanta el clima, a otros nos deja andar libremente por ahí. Había comido un poco ese día, así que mis ojos ya no estaban TAN negros ni tan Rojos, era un simple acogedor y cálido escarlata oscuro. Las puertas del acuario estaban abiertas, así que me tomé la libertad de entrar en éste, sentandome en una de las bancas que se encontraban en los pasillos, mirando hacia el frente los asombrosos detalles de unas medusas fluorescentes, que se movían en su oscuro tanque, iluminándolo y también marcando a uno que otro pececillo que estaba ahí mismo con sus luces.

Solté un suspiro fascinado por la imagen. De haber vivido para estudiar, de seguro habría entrado a una carrera como biólogo marino, Químico o Médico, algo que me dejara fascinarme con el mundo.

Caminé muy facinada por el acuario, nunca había visitado uno grande como éste.
Aún cursaba el instituto, perocada vez, me faltaba un poco menos para comenzar la Universidad... Aun no sabía que podía estudiar & que me interesara. Tendría que pedir, un pequeño consejo.

Pasé frente a un tanque de medusas, muy iluminado, me detuve ahi, miré de refilón sobre mi hombro & hallé un banco.
Caminé para sentarme ahi, junto a un chico que, obviamente, no conocía.

Me crucé de brazos, dejándome caer un poco en la silla, terminando mal sentado, como habituaba hacer cuando estaba aburrido. Claro, como habría predecido unas horas antes de salir hoy, empezó a Llover a cántaros, o como decían mis padres "Llueven Gatos y Perros". Sonreí de lado con un pequeño bufido al ver a una chica merodeadora sentarse a mi lado de repente. Levanté las cejas mirándola, algo en ella se me hacía familiar, pero estaba seguro de no conocerla.

- Fascinante...

Miré al frente y tomé uno de los folletos del acuario después de susurrar aquello: las medusas habían empezado a "Bailar" entre ellas, y se veía tan interesante que casi se me caía el Veneno de verlo (Saliva, Baba). Me gustaba ver esas cosas, cada que tenía una Pc enfrente buscaba los sitios web donde subían videos sobre ciencia y demás. Me senté derecho y empecé a mirar como las medusas se movían al otro lado, hacia el que estaba la chica, así que no pude evitar reparar una mirada hacia ella.

Seguí mirándo con atención a las medusas. Miré varias veces de refilón al chico de al lado.
Pasé una de mis manos por mi cabello nerviosamente. Torcí la boca con suavidad.

Giré mi mirada hacia él & le sonreí cálidamente.
- Hola -dije esperándo que no fuéra tarde para entablar una buena conversación con él.

Apreté la mandíbula al escuchar su voz, pero sobre todo al sentir su aliento cercano, era cálido, embriagante, se sentía la sangre fluír por su cuerpo, y claro, la garganta ahora me ardía.

- Hola.

Musité con una media sonrisa. Giré la cabeza un poco hacia ella, tenía el cabello de un tono oscuro chocolate, era algo... lindo, pero inusual para Seattle, aquí todos andaban con las greñas pintadas de Rosa o Morado, Pfft, nunca entendí la moda, ni cuando estaba vivo, aunque aquella vida me era muy lejana ahora.

El chico era bastante guapo, me pregunté si era residente de aqui, torcí un poco la boca.
Lo miré a los ojos con una sonrisa.

- Soy Isabelle -me presenté con una media sonrisa.

Sus ojos eran de un color escarlata muy profundo, nunca había visto ese color, pero a lo largo de la vida, te encontrabas con distintos colores de ojos que en tu vida pensabas poder ver & este era uno de esos casos.

Sonreí ahora con un poco más de ganas, Solo Riley y Fred habían logrado que alguna vez sonriera con algo de Alegría, pero ahora había sido tan natural que hasta me había dado miedo. Una mirada de ella la delató en qué forma me veía y solté un pequeñísimo bufido antes de escuchar su presentacion.

- Diego, para servirte.

Bajé un poco la cabeza en símbolo de presentación y etiqueta, ya que aún era un poco anticuado en mi forma de ser. Ella miró mis ojos y pensé "Oh rayos", así que desvié la mirada. Muchos se preguntaban el porqué de esos colores, y no podía saciar mucho mi sed o se pondrían de un escarlata intenso inexplicable.

- Un Gusto -dije con una sonrisa.

Torcí el gesto un poco con suavidad, miré de nuevo hacia el frente sin saber que hacer o decir.

- ¿Y qué haces por aqui? -pregunté girándome de nuevo con interés.

Me pregunté si yo le había incomodado en algo...

- Hola Bella -dije con una amplia sonrisa y baje de entre los arboles.
- se puede? -continué.

Escuché una voz desconocida para mí, giré con rapidez & sonreí con algo de confusión.

- Si... Ahmmm... ¿Bella? -solté una risita nerviosa.

La miré avergonzada.
- perdona Isabelle,me equiboke,eske bella y tu sois tan...parecidas -la di un abrazo y me quede sonriendo.

Abrí la boca con suavidad & asentí con una sonrisa. Correspondí a su abrazo con una sonrisa.

- No Hay Problema -le dije

-que haces por aquí? -la dije mirando alrededor.

- Solo pasaba por aqui -sonreí- Él es Diego -le dije

Me acomodé en el asiento, me incliné hacia el frente enterrando mis codos en mis rodillas & recargándo mi cabeza en las palmas de mis manos.

Miré seria a Diego.
-Hola,yo soy Alice.
-Bell deberiamos ir de compras... -sonreí.

(¿Posts de dos líneas Chicas? -Chasquea- Pffft)

La situación se había tornado tan extraña, una chica bajó de un "Arbol" donde no habían árboles, confundió a la chica frente a mí y ahora se quería ir de compras con ella. Me dolió la cabeza (Metódicamente hablando, no podía dolerme la cabeza).

- Mhmm... Un placer, Alice. Estem... Creo que las dejaré a solas. Tengo que ir por algo...

Susurré levantándome con cuidado de que ninguna viera mis ojos rodar por la leve picazón que el Veneno y la Sed fluctúaban sobre éstos. Hice una pequeña reverencia con la cabeza y me eché encima la capucha para que la Lluvia no molestase.

- No espera... - agarré a Diego del brazo. - no tienes porque irte,podemos hacer otra cosa - dije sonriendo.

Todo se había tornado algo extraño, solté un suspiro & miré a Diego asintiéndo ante lo que Alice acababa de decir.

Sabía que acababa de conocer al chico, pero me agradaba, se veía que era una buena persona, o al menos eso creía yo.
Esperé paciéntemente a su respuesta.

- Creo que tendria que irme yo,interrumpí algo. -le di un abrazo a Bell y me fuí.

Levanté las cejas. ¿Porqué era un día tan extraño? Miré a la pequeña chica moverse danzarinamente mientras se iba. No era que me molestara su presencia, pero siendo un chico de Ghetto, tendías a ser algo antisocial y alterarte cuando se te acercaba más de una persona a la vez. Esa chica había tenido algo particular, me parecía algo... conocida.

- Ahm... Ok...

Susurré al haberse ido ella ya y luego miré a Isabelle como quien no quiere la cosa, me había sentido un poco incómodo.

Off: puedo entrar?